Hexágonos Fluorescentes.
La idea de un universo unido mediante la luz y la energía,
donde todos somos parte de un todo, fue el punto de partida del ejercicio.
La intención era realizar una escultura que nos permitiera
ver esta idea de conexión, mediante el uso de hexágonos de resina que brillan
al contacto con la luz. Para producir la luz es necesario el uso de leds que serán
controlados para que se apaguen cada determinado tiempo.
El resultado es un ejercicio de control, tanto del flujo de
energía, como del rastro que éste deja a su paso. En primera instancia la energía
es dirigida a los leds los cuales encienden y a su vez hacen brillar la resina,
en el momento en que los leds se apagan lo que queda es el brillo de los
hexágonos, resultado del paso de la luz por ellos. Con esto nos acercamos a la
noción de “conexión” o de “causa y efecto”. Por otra parte, la forma en que se construyo
la escultura (mediante módulos) es con la intención de hacer referencia al modo
de construcción del universo, no sólo físico, también el de las ideas. “pequeños
elementos para formar un elemento mayor”. Así, hacer notar el qué por más
básico que sea un elemento, todos somos parte de un componente mucho mayor y
como consecuencia de ello: cada acción tiene una reacción.